Historiadores del arte y promotores del turismo cultural pueden sumarse al renacimiento vinícola mexicano
“México extiende actualmente su producción vinícola. Los invito a que se sumen a todo el sabor que implica este proceso” señaló Pablo Alonso Pérez, el sommelier moreliano que fue invitado a la Universidad de Morelia para dirigir una cata de vinos y, con ello, brindarles un regalo de despedida a los estudiantes del último cuatrimestre de las licenciaturas en Turismo Cultural e Historia del Arte.
Aunque el invitado especial no radica en Morelia pidió a Cava La Contra, empresa que representa, que le asignarán la atención a esta plaza para que pudiera ofrecer un mensaje a las y los estudiantes de esta institución: “Reactivemos nuestra ciudad. El arte, la cultura, la enología y la gastronomía necesitan de profesionales, apuntó.
El ponente advirtió que las riquezas de esta ciudad, opacadas por la crisis de inseguridad, deben ser revitalizadas con el trabajo de la promoción turística y cultural, a través de académicos que también se acerquen a los sabores, las experiencias de campo y toda la tradición que conllevan “ustedes son quienes pueden agregar valor agregado al nuevo gusto por los vinos nacionales” propuso.
Como preámbulo a la cata, Alonso Pérez brindó una conferencia sobre la historia, la producción y los procesos de mercado del vino en México. Sus palabras revelaron el hecho histórico de que, desde el año 1500, la cultura vinícola en nuestro país inició en la zona del bajío, incluyendo territorios que actualmente ocupan los estados de Querétaro, Guanajuato y Michoacán.
“Estamos descubriendo que la producción de vino de calidad no sé limita a las latitudes más extremas de nuestro territorio y que la tradición vinícola se suspendió, en su momento, por la prohibición de la Corona Española ante la inminente Independencia Nacional. Ahora estamos en condiciones de recuperar lo que nos corresponde” postuló.
Los vinos de Baja California, que se pusieron a la mesa, correspondieron a la empresa “Viva Vino y Viñedos Actuales” y fueron acompañados, con tapas estilo español, confeccionadas por alumnos de la carrera de Turismo Cultural, por las habilidades adquiridas en sus clases de gastronomía.