La tradición centenaria de las tunas
se recreó con el sentir latinoamericano
La alegría inundó el Auditorio David Servín. El bamboleo de los cuerpos, el ritmo de los panderos, la buena vibra de guitarras y mandolinas acompasando la armonía del canto, pusieron de buen humor a la comunidad de la Universidad de Morelia.
Tal algarabía refiere a la Gala Internacional de Tunas Morelia, en cuyo programa trascendió un concierto dedicado a las “guapas damas y distinguidos caballeros de la honorable universidad que lleva el nombre de esta hermosa ciudad que hoy nos hospeda”, expresó Julio César Rojas García, mejor conocido como “Cachanga”, el presentador y cantante de la Tuna Universitaria Continental de Huancayo, Perú.
Y es que del 15 al 17 de julio, la Antigua Valladolid hoy Morelia, ciudad de tradiciones novohispanas y patrimonios culturales, alojó la gracia y el espectáculo de las tunas ¡Sí! esos grupos musicales de estudiantes enfundados en mallas, hombreras y capas, que ondean banderas, golpean panderetas, exhiben malabares y hacen sonar el júbilo por las calles de varias ciudades coloniales de Latinoamérica.
“¡Y sí señores, por eso estamos aquí: la Universidad de Morelia es nuestra amable patrocinadora”! lanzó como loa, el mismísimo Cachanga, mientras daba pie a una interpretación al estilo incaico, de la canción Moliendo Café, del músico venezolano José Manzo Perroni, que el público universitario acompañó con sonrisas y palmas.
Junto con los de Huancayo, también se apropiaron del escenario y del espíritu de alumnos y alumnas de Turismo Cultural, Psicología, Periodismo, Administración y Negocios Internacionales, la Tuna del Distrito Universitario de Michoacán, así como la Estudiantina Mixta de la Escuela Secundaria Técnica Número 65 “José Romero Flores” de esta capital michoacana.
Y ya fuera con canciones del célebre músico guanajuatense, José Alfredo Jiménez, con rondas sudamericanas o con coplas de piezas tradicionales de La Madre Patria, los airosos visitantes que aparecieron triunfalmente en el escenario, procedentes de una jocosa marcha desde las escalinatas, también hicieron bailar a la concurrencia y rindieron honores a la raíz trovadora que, en el siglo XIII, también atrapó el corazón de las primeras universidades españolas.
Finalmente, la propia Universidad de Morelia, a través de Reyna González Delgado, Secretaria Académica, honró a los distinguidos visitantes con sendos pergaminos como reconocimiento a su labor artística, ello, poco antes de convidarles a comer las tradicionales corundas michoacanas.
